devorando relojes despiadados,
laiada de la luna cazadora
se lleva por minutos nuestro horario.
Una noche que encierra en nuestras manos
las palabras que nuestros labios callan,
la estéril inocencia que algún día
dará paso al final de esta batalla.
Tu fuego que pretende primaveras,
mi corazón que sólo busca amarte,
se abalanzaron el uno sobre el otro
vibrando de placer, como nunca antes.
La paz que intercambiamos a un abrazo,
la dulzura pequeña de algún gesto,
dieron mágico albor de luna y plata
pues antes de partir, pediste un beso.
Y me fui tras tus pasos de gitano
que saben el camino de memoria...
Tu alma se quedó sobre mi cama,
tu cuerpo fue a abrazarte a otras historias.
Y un perfume gimió desde la almohada
recobrando palabras de gitano.
Un te quiero, un te amo, un hasta pronto,
quebrando el corazón de solitario.
Segundo Premio
3º Certamen Nacional de Poesía y Cuento “Jóvenes Escritores Argentinos”
Ediciones Mis Escritos – Junio 2011
Antología 2011
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